1. Reconozca que Dios le busca con amor y le ofrece salvación. Su amor lo incluye a usted. “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Él tiene una vida nueva para usted. “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10b).





2. Reconozca que el pecado le separa de Dios y de otros. Pecar es caminar por nuestro propio camino en rebelión contra la voluntad de Dios. Cuando nos alejamos de Dios, nos alejamos de la vida. Todos han pecado. “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). El pecado trae muerte. “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23a). No podemos salvarnos por nuestros propios esfuerzos. Como pecadores intentamos inútilmente de encontrar el verdadero significado de la vida en caminos y lugares erróneos. “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte” (Efesios 2:8-9).


3. Reconozca que Jesucristo murió y resucitó por nuestros pecados. Jesucristo murió en nuestro lugar. “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Él es el camino a una nueva vida. “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (2 Corintios 5:17). Él da paz interior. “En consecuencia, ya que hemos sido justificados por medio de la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1). Él da libertad. “ Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres” (Juan 8:36). Él da vida eterna. “Mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Romanos 6:23b)


4. Debe arrepentirse y pedirle a Dios que le perdone. Admita y confiésele sus pecados a Dios. “Quien encubre su pecado jamás prospera quien lo confiesa y lo deja, halla perdón” (Proverbios 28:13).

El arrepentimiento significa:

• Reconocer sus pecados.

• Lamentarse de sus pecados.

• Confesar sus pecados.

• Estar dispuesto a abandonar sus pecados.

• Permitir que Cristo cambie su vida.


El perdón es una promesa. “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan 1:9).


5. Ponga su confianza en Cristo y recíbalo como su Salvador. Cristo está listo. “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Puedes recibir a Jesucristo ahora. “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios (Juan 1:12).


¿Harías esta oración?

Señor Jesús, quiero tener vida. Sé que he pecado. Necesito de tu perdón. Creo que moriste en la cruz y resucitaste por mis pecados. Ahora te acepto como mi Salvador personal. Abandonaré mi vida pecaminosa. Sé que tu gracia y poder me capacitarán para vivir por ti. Gracias, Jesús, por salvarme y por darme una nueva vida.


Para ayudarle a vivir una vida plena en Cristo:

• Tenga la seguridad del perdón de Cristo.

• Lea su Biblia y ore diariamente.

• Encuentre una iglesia con un pastor y otros cristianos que se preocupen por usted.

• Conviértase en parte vital de esa iglesia.

• Comparta su fe con otros.


Una familia de la Iglesia del Nazareno le está esperando para aceptarle y ayudarle a crecer como cristiano.


Todas las citas bíblicas son tomadas de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright©1999 por Bíblica, Inc.® Todos los derechos reservados.